jueves, 27 de marzo de 2014

SOY FELIZ, MIS AMIGOS TAMBIÉN



 


Mateo Ademar R.
Hay una frase de Sir Francis Bacon que dice: “Sin la amistad, el mundo es un desierto”, y es una analogía que describe literalmente lo que sucede en la vida real.
Ejemplo de esto son los resultados de un estudio del National Opinion Research Center de la Universidad de Chicago que demuestran que quienes tienen más de cinco mejores amigos, sin incluir familiares, tienen un 50% más de probabilidades de describirse como muy feliz, a comparación de los que tienen menos vínculos sociales de confianza.
Además, agrega que las personas que valoran más la riqueza, el éxito y la posición social que la amistad y las relaciones afectivas tienen el doble de posibilidades de ser bastante, o muy infelices.
¿Interesante no? Y es que contar con alguien que sea incondicional, siempre será una de las mejores terapias para ser feliz. No obstante, así como esas personas especiales nos hacen sentir bien, también nosotros podemos contribuir de manera positiva a sus vidas y hacer un ambiente de reciprocidad.
 Para Marci Shimoff, autora del libro Feliz porque sí, Editorial Urano, una de las maneras de favorecerlo es mediante el contagio emocional. Y sobre esto, aclara que éste se propaga más o menos como un resfriado, o sea, grupalmente, y que el punto clave se encuentra en la actitud que asumamos y cómo nos comportemos con las personas que nos rodean.
Uno para todos y todos para uno
Mantener relaciones sociales equilibradas con respeto y solidaridad es indispensable para tenerlas; es necesario desarrollar algunos hábitos que, si se aplican diariamente, es muy probable que nos ayuden a cambiar los entornos negativos:
·   Bienestar emocional: Si vemos las cosas objetivamente, tendremos menos reacciones negativas, que también son contagiosas. Esa mirada nos dará seguridad personal, buen criterio y tolerancia, que son factores indispensables en una amistad.
·       Actitud: Si nos sentimos bien con nuestra vida, es importante demostrarlo. Hay algunas personas que cuando llegan a determinado lugar, contagian su buen humor y transforman el ambiente en el que se desenvuelven. Este es un ejemplo claro de contagio emocional.
·      Empatía: Es muy valioso para los amigos que les brindemos y compartamos nuestra estabilidad. Si necesita un consejo, o algún tipo de ayuda hay que ofrecerla y mantenernos al pendiente de lo que pueda requerir.
La autora agrega que pasar tiempo con los amigos contribuye notoriamente en la felicidad de cada uno, sobre todo  cuando ese tiempo es de calidad.
Sobre esto, explica que para preservar relaciones felices y sanas, un factor importante es el reconocimiento, es decir, aprender a destacar lo valioso de cada una de las personas con las que convivimos, así como lo que nos transmiten y sobre todo, hacérselos saber. Cuando un amigo tiene presente que lo valoran y estiman, tendrá una actitud de compromiso, prosperidad y reciprocidad.
El bienestar es como el conocimiento, ideal para compartirse, y más aún para las personas con las que compartimos la vida. Por eso, si somos felices, asegurémonos que ellos también puedan andar por el mismo camino.

Colaboración de Fundación Teletón México.
“Los sueños se cristalizan con esfuerzo”
Bojorge@teleton.org.mx

miércoles, 19 de marzo de 2014

CELULAR ¿O CONTROL REMOTO?

Luis Yáñez R.

 

¿Se habrá imaginado Martin Cooper, creador del celular, que su invento transformaría la vida de todo el planeta 40 años después de hacerlo? Tal vez no, y mucho menos que este utensilio, se pudiera ocupar como un medio de vigilancia y localización prácticamente permanente en cualquier lugar del mundo.
No obstante, así como ha sido clave en la apertura de la comunicación, también se ha utilizado de manera incorrecta, por ejemplo, en el ambiente de pareja es la herramienta ideal para los “controladores”.
Para la psicóloga Carmen Rodríguez, especialista en relaciones de pareja de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, en los últimos años, se incrementó la violencia entre conyugues por medio del teléfono celular, ya que asegura, que se unen dos factores muy importantes en este tipo de casos: Los posesivos, y personas inseguras o celosas, con un medio casi ilimitado para desarrollar esa obsesión.
“Ya que en estos tiempos el teléfono celular es indispensable para las diversas actividades de la vida cotidiana, es muy probable encontrar a alguien a cualquier hora. Lo cual, en el caso de las parejas, se emplean mucho las llamadas frecuentes para saber en dónde se encuentra el otro o qué está haciendo. Que, quizá parezca inofensivo, sin embargo, un punto de alerta es analizar cuántas de esas llamadas se reciben a lo largo del día”.

Creo que vivo algo de eso ¿cómo lo detecto?
Sentirse vigilado en todo momento por la pareja, no está vinculado en nada con el amor, por el contrario, es un tipo de violencia claro y del cual se debe reflexionar inmediatamente.
Para esto, la especialista recomienda 5 puntos básicos para conocer, si se es víctima o victimario del control remoto:
·      Si recibes o haces más de tres llamadas al día con las mismas preguntas, ¿Con quién estás?, ¿a dónde irán?, o ¿qué haces?
·      Si tu pareja te sugiere que pongas la aplicación de Facebook o alguna otra red social, en la que revela el lugar desde donde haces publicaciones, o en donde te encuentras exactamente.
·      Una muy grave, y que es más común de lo que piensas, es si te dicen la típica frase “si nos tenemos confianza, intercambiemos contraseñas de internet, o “no tiene nada de malo revisar nuestros celulares, al cabo, nada ocultamos”, debido a que es atenta con el respeto y la vida personal.
·      Cuando, además de una llamada rutinaria, también utiliza otros medios como el Whats App, Messenger o por mensaje de texto con frecuencia en el día.
·      Si cada que sientes duda o inseguridad en tu pareja, lo primero que haces es revisar sus perfiles, o contactos del teléfono para averiguar alguna “movida”.
En caso de que observes este tipo de comportamientos por parte de tu pareja, es necesario poner un alto de inmediato:
“Cuando se invade la libertad en la relación ya no hay vuelta atrás. Es decir, que hacerlo se volverá rutinario, y por la naturaleza de esos dispositivos, se pueden presentar muchas confusiones por la falta de claridad en los textos, y es ahí donde comienzan los celos y la violencia”, explica la experta.
Además, comenta que este tipo de medios, son perfectos para hacer fechorías como, por ejemplo, cuando terminan la relación, mandar mensajes ofensivos, espiar al cónyuge, monitorear qué hace y en dónde está, sin el consentimiento del otro.
Por último, agrega que el respeto a la privacidad es esencial en una relación sentimental, ya que demuestra el nivel de seguridad y autoestima que tiene la otra persona. Y recomienda, desde el inicio de cualquier vínculo afectivo, poner mucha atención en su comportamiento respecto al celular y otras tecnologías similares.
Tú tienes la decisión acerca de qué clase de relación quieres o necesitas.  En el fondo, todos sabemos qué cosas nos agradan y cuáles no de la pareja, y la pieza clave, está en analizar lo que hay que cambiar para vivir el amor como debe de ser, con armonía y libertad.
Colaboración de Fundación Teletón México.
“Los sueños se cristalizan con esfuerzo”.
Bojorge@teleton.org.mx

jueves, 13 de marzo de 2014

¡QUÉ HORROR VIVIR EN MÉXICO!


Laura Costas  


En la actualidad, en  un mundo globalizado en el que las noticias viajan a velocidad impresionante, el intercambio de información, cultura y sucesos nos permite acercarnos unos a otros.

Es conveniente estar atento en aprender las riquezas de otras naciones, pero es indispensable no perder la conciencia de quienes somos y de donde provenimos. 

Es decir, del amor a nuestra Patria y en ello,  al evocar las costumbres y los valores que se reflejan en el arte, el trabajo, en el pensamiento, en el genio, en la religión y en el temperamento del pueblo del cual provenimos.


Según dice el comunicólogo Moisés del Cid:

“La patria viene a ser: el amor al legado de nuestros antepasados quienes enriquecieron nuestra cultura en aspectos materiales, intelectuales, espirituales y morales”



Es el amor a la patria, el amor a la 

herencia cultural que nos ha sido otorgada por nuestros ancestros y que tenemos el compromiso de enriquecer para dejarla en manos de las generaciones jóvenes, que son  quienes están ya participando en enriquecer este legado.


Sin embargo, es frecuente escuchar en reuniones de amigos y compañeros quejas constantes hacia el país en el que nacimos, vivimos y probablemente moriremos.

Hay muchas razones que tenemos los mexicanos para no estar contentos:



·      Gobiernos corruptos y poco confiables

·      Enriquecimiento ilícito

·      Concentración de riqueza en unos cuantos

·      Millones de personas viviendo en pobreza extrema



Sería interminable mencionar todos los problemas que nos aquejan y que son parte incuestionable de nuestra realidad.

Sí, son parte de nuestra realidad, pero nuestra realidad abarca mucho más.



Pensemos en la belleza de México, en la simpatía y alegría de sus habitantes, en los millones de ciudadanos comprometidos: estudiando, trabajando y esforzándose para sostener a sus familias, generar fuentes de trabajo, luchando por una superación personal, familiar, social y nacional.



¿Qué nos falta a los mexicanos para poder amar a nuestro país?

Tal vez reconocer los logros, los avances que indudablemente ha habido a través de los siglos, esforzarnos por no ver las cosas drásticamente “blancas o negras.



México necesita ciudadanos que amen a su país, respeten las instituciones, que exijan y critiquen, SÍ, pero proponiendo soluciones.

¿Qué pasaría si los mexicanos asumiéramos que México es responsabilidad de todos?

Comencemos por reconocer lo bueno y corregir en nosotros lo que justamente no nos gusta, por ejemplo:

  • · Estacionarnos siempre en lugares permitidos
  •   Respetando espacios reservados para discapacitados
  •    Hablando bien de México
  •    Promoviendo valores
  •    Votando
  • Siendo solidarios, no solamente en tiempos de desastres naturales.
  • Cuidando la naturaleza



MEXICANOS QUE AMEN A MÉXICO Y SE COMPROMETAN A PARTICIPAR PARA CONVERTIRLO EN UN PAÍS MAS JUSTO, CON OPORTUNIDADES PARA TODOS.









miércoles, 5 de marzo de 2014

RÁPIDAS Y FURIOSAS


Manola C.M

Seguro estás pensando: “¿esto será la nueva versión del contrabando de armas de Estados Unidos a México?”, ó 
“ ¿es una nueva película de acción donde mujeres policía temerariamente persiguen a criminales a toda velocidad en autos indestructibles?”
Pues no, te equivocaste.

“Rápidas y Furiosas” es una invitación a inspirarse para que las mujeres de hoy actuemos sin demora, sin dudas y con toda nuestra energía para despertar y mover a una sociedad que en muchos aspectos parece estar en una cómoda siesta permanente.
Rápidas , para reconocer y asumir errores propios y furiosas, para encausar la voluntad y corregirlos. De ahí partimos.
Rápidas y furiosas para olfatear, detectar y ayudar a corregir actitudes o formas de vida de nuestros seres queridos que se alejan de valores, principios elementales y de Dios.

 
Rápidas y furiosas para poner el ejemplo, difundir y exigir la vivencia de actitudes cívicas que mejoren la convivencia en nuestra sociedad.

Rápidas para reaccionar ante la injusticia y furiosas para hacer algo concreto ante ella.
Necesitamos acción rápida, evidente y contundente en muchas otras cosas.  La lista puede ser muy larga.

Adiós para siempre adiós al pasme, a la desidia, a la espera del empuje o la aprobación de otros para tomar la iniciativa. Adiós a la “sangre de atole”, a la tibieza al actuar, al miedo de la pasión en el hacer.
El mundo gira cada vez más rápido,  todo cambia a pasos acelerados: lo que se usa hoy , mañana se desecha y pasado tiene sustituto. Se pierde la perspectiva, todo es relativo, todo se transforma.

Las mujeres debemos subirnos a ese ritmo -a esa velocidad- a esa montaña rusa: bien equipadas, con objetivos claros y disposición total.

El mundo necesita mujeres activas y pro-activas que impulsen y protagonicen cambios, que sean ejemplos, que sean ”rápidas” y sean “furiosas”.
Tú, ¿ eres una de ellas?