sábado, 24 de enero de 2015

¿SOSPECHAS QUE TU HIJO TIENE DEPRESIÓN?


Dra. M. Magdalena Ocampo Regla





La depresión es cada vez más frecuente, que puede afectar a personas de todas las edades, incluyendo a los niños. Este se manifiesta en las diferentes áreas de la vida de la persona, las actividades diarias se ven mermadas y el comportamiento puede ser diferente al habitual.

Existen algunos síntomas que anuncian el padecimiento, como son: la tristeza, fallas en la atención, problemas en la concentración, en la memoria que se traducen en un bajo rendimiento escolar, ánimo bajo, que se manifiesta con irritabilidad, dificultad para disfrutar de las cosas que siempre les gustaron, aislamiento, alteraciones en el apetito con las consecuentes fluctuaciones de peso,  así como autoestima baja. En los casos graves pueden estar presentes ideas de muerte e incluso, ideación suicida.

Es diferente de los sentimientos de tristeza que pueden ser provocados por alguna pérdida y es muy importante reconocerlos y tomarlos en consideración, pues es una enfermedad incapacitarte que afecta al niño en su totalidad. Modifica la forma en que se sienten y se perciben las cosas, no se trata de ser débil o de no tener voluntad.

Los niños y adolescentes que están bajo estrés, que han experimentado una pérdida importante o que tienen trastornos de atención, de aprendizaje o de conducta, tienen un riesgo mayor de desarrollar depresión clínica.
Por lo general, los niños que la padecen tienen antecedente familiares de la enfermedad, con relativa frecuencia puede ser de parte del padre o de la madre quienes en algún momento de la vida, la padecieron o la cursan en la actualidad.  

Los problemas familiares, un bajo rendimiento escolar, el abuso de sustancias, la pérdida de un ser querido cercano, el abandono o padecer alguna enfermedad crónica, están también  relacionado con la posibilidad de padecer depresión.

¿Cómo es el tratamiento?

Por lo general la intervención es psico - educativa, psicoterapéutica y farmacológica. 
La psico - educación consiste en conocer la enfermedad, para desmitificarla y eliminar el estigma de las personas que la padecen, saber de las consecuencias de padecerla y no tratarla a corto y a largo plazo, estar al tanto de los tipos de tratamiento y el pronóstico.
En la intervención psicoterapéutica se recomiendan las técnicas cognitivo conductuales que modifican las distorsiones del pensamiento y por lo tanto ayudan a un mejor manejo de las emociones. También puede requerirse terapia familiar para mejorar el ambiente (si esto es posible). El psiquiatra especialista en niños y adolescentes, será quien indique la ruta del tratamiento y si es necesaria o no, la utilización de medicamento.

Si nota que su hijo cursa con algunos de estos síntomas, es conveniente acudir con un especialista, para que haga una valoración de su caso, y se establezca el tratamiento apropiado para ello.

Colaboración de Fundación Teletón México
#EscuelasLibresDeBullying
bojorge@teleton.org.mx



domingo, 4 de enero de 2015

¿REYES MAGOS O SANTOS REYES?

TRADICIONES MEXICANAS
Laura Costas


Después de llevar a sus hijos al parque de la ciudad, para tomarse una foto con alguno de los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, la familia Ramírez regresa a casa y se ponen aa  colgar las “botas” que Elena, la mamá,  elaboró para cada uno de sus hijos, con el nombre de los niños en ellas: Juanito, Bea y Andrés. Dos más grandes con los nombres de Elena y Jesús, los papás.

Una vez que las botas están colgando de la chimenea, los niños se van a dormir con la emoción de saber que al despertar encontrarán regalos que les van a traer en la madrugada los Santos Reyes o Reyes Magos.

¿De dónde viene esta costumbre de los hogares mexicanos?

De origen español,  la tradición de traer regalos a los niños el 6 de enero, en que se festeja la llegada de los “Santos Reyes” o “Reyes Magos”, data  del año 1885 en que se realizaban cabalgatas de los Reyes, regalando dulces a los niños que se reúnen en las calles para verlos pasar y recibir sus regalos, costumbre que aún existe en las ciudades y pueblos españoles.

En México, es una tradición muy arraigada. Según comerciantes de juguetes, se venden más para estas fechas que para Navidad.

Está basada en las profecías de Isaías y el Evangelio, en dónde se menciona:
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle".

                                        
Los Reyes, siguiendo la estrella que los guió hasta el pesebre, adoran al niño y le dan regalos de oro, incienso y mirra.

Volviendo a nuestra familia Ramírez, los niños despertaron muy temprano, emocionados y nerviosos.
Cada  uno encontró bajo su bota, el regalo que le había pedido a los Santos Reyes en la carta que depositó en el correo.
Festejaron, jugaron y disfrutaron de un rico desayuno, dónde no podía faltar la “Rosca de Reyes”, con la ilusión de encontrarse el muñequito que representa el Niño Jesús.
Siguiendo las tradiciones, el que se lo saque, comprará tamales para desayunar el Día de la Candelaria, el 2 de febrero.


 Se bañaron y arreglaron y siguiendo un bonita costumbre familiar, salieron  a repartir unos regalos que cada niño compró con sus propios ahorros y los llevaron a un orfanatorio, compartiendo así la alegría de la llegada de los Reyes Magos.

Hermosas tradiciones de nuestro pueblo que siguen pasando de generación en generación.

Cuidemos de conservarlas con el espíritu de alegría por  la llegada del Niño Jesús y la costumbre de compartir con los niños menos afortunados.

MUJER FUERTE, FUTURO PROMETEDOR

 Natalia Bojorge

El inicio de un nuevo ciclo siempre es esperanzador. Nos permite borrar errores y darnos la oportunidad de intentar todas aquellas acciones que no pudimos concretar con éxito, pero que sí fueron un motivo de aprendizaje y que ahora, con la experiencia adquirida, el ánimo y la confianza de que lo podemos hacer mejor, pueden convertirse en una realidad. No obstante, para iniciar a plantear tus objetivos para este año, debes tener claro qué tanto los deseas, ya que de ello depende la intensidad con que busques realizarlos.

¿Propósito o compromiso? Es importante que antes de que empieces a juzgarte por los alcances que tuviste durante el año anterior, reconsideres si  realmente te comprometiste con cada una de las metas que te habías planteado, o, simplemente fue una lista de propósitos que se quedó abandonada en el brindis de las uvas.

Las grandes cosas, toman tiempo

Antes de hablar de planes, un buen inicio es hacer un viaje a tu interior y descubrir qué es lo que sientes, haces y piensas. Es importante que descubras cómo te sientes con lo que alcanzaste o con lo que dejaste pendiente, cuántos de esos planes no finalizados quieres retomar o desechar, pero recuerda que esta decisión no debe estar basada en el grado de dificultad que te va a implicar, sino en lo trascendente que es para ti, darles vida.

El tiempo es un factor determinante y no todo a lo que aspiras se consigue en doce meses. Necesitas llenarte de voluntad, paciencia y no olvidarte del esfuerzo que requerirá tu proyecto.

Rolando Díaz Loving, especialista de la Unidad de Investigaciones Psicosociales de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recomienda utilizar una libreta en donde anotes cuáles fueron los propósitos que recuerdas haber hecho el año pasado; escribir también ideas generales, es decir, valorar todas las caras de un mismo proyecto, por ejemplo: Si quieres mejorar tu calidad de vida, tendrás que poner atención en diversos puntos: hacerte un chequeo médico, vigilar tu alimentación, destinar un tiempo para el ejercicio, entre otros. Si llevas a cabo todas estas acciones, ya trabajas en ese compromiso que has hecho contigo misma.

Reconoce y aplaude tus alcances y siéntete tranquila. Ahora bien, de aquello que quedó inconcluso admite tu responsabilidad y pregúntate ¿qué es lo que pasó? Tal vez no te comprometiste al 100 con tu proyecto; quizá las excusas se aparecían con cierta frecuencia o, posiblemente, hubo un malentendido en el refrán: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, y preferiste aplicarlo a la inversa.

Si reconoces que ninguno de los anteriores casos aplicó en el logro de tus metas, busca una segunda causa; recuerda que no todo depende 100 por ciento de ti, existen otros elementos que pueden interferir en tus planes, como el desempleo, un gasto imprevisto o exceso de trabajo. La clave está en descubrir cuáles de estas situaciones adversas pueden cambiarse.


A ti ¿qué te hace sentir plena?

“En términos de felicidad no existen ni pequeños ni grandes logros, sino todo aquello que se consigue en el día a día es capaz de brindarnos pequeñas alegrías con mucha frecuencia”, afirma el catedrático.

Una manera de fortalecer la autoestima, es reconocer los resultados de tu camino andado y esto, a la vez, te impulsa a plantearte metas más altas y no por ello imposibles. Como verás se da un crecimiento en espiral. El éxito te retroalimenta y a la luz de él consigues momentos de felicidad, pues no hay nada más placentero que ver tu compromiso y tus metas, cumplidos.

Colaboración de Fundación Teletón México.
#EscuelasLibresDeBullying