sábado, 9 de julio de 2016

VACACIONES, PAUSA EN EL CAMINO



Es tiempo de vacaciones y ya estamos en ellas. Me refiero a los estudiantes y a las personas que con ellos laboran.
Colegios, escuelas, universidades están silenciosas y sus puertas cerradas. 

También algunos padres de familia podrán conseguir algunos días de descanso para acompañar y estar en más íntima convivencia con los hijos y con la familia en general.
En lo que a lo mental se refiere, busquemos el hábito positivo de la alegría.
    En lo que toca a lo espiritual, al afecto y al amor, dedicarle más tiempo al esposo o la esposa, a los padres, a los hermanos y también a los amigos.
Con los hijos ser firmes pero cariñosos, igualmente con los nietos en todas las edades. No dejemos pasar la vida sin darles cariño. Mejorar nuestra relación con todos, poner lo mejor de nuestra parte, aunque nos cueste.
No hacer de las vacaciones una temporada de turbulencias.


Los resultados nos darán la alegría de saber que sabemos como convivir. Que los hijos disfruten de nuestra compañía, con los abuelos, con los amigos y que ese disfrutar sea recíproco. En la parte espiritual está nuestra vida de oración, nuestra vida generosa y servicial al prójimo.
Quizá en este tiempo de vacaciones tengamos un mejor espacio para visitar a la familia o amistades enfermas o hacer un llamada telefónica a los que sabemos están muy solos o tristes por alguna circunstancia especial.

Desde este espacio y con cariño, felices vacaciones para todos, chicos y grandes.


       Tomado del texto original de María Esther Ariño