Los orígenes de la
celebración del Día de Muertos en México, pueden ser trazados hasta la época de
los indígenas de Mesoamérica, tales como los Aztecas, Mayas, Purepechas, Nahuas
y Totonacas.
Los rituales que
celebran las vidas de los ancestros se realizaron por estas civilizaciones por
lo menos durante los últimos 3,000 años. En la era prehispánica era común la
práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los
rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento, según sus creencias.
Esta fiesta, que se convirtió en el Día de
Muertos, cayó en el noveno el mes del calendario solar azteca y era celebrado
durante un mes completo. Las festividades eran presididas por el dios Mictecacihuatl,
conocido como la "Dama de la muerte" actualmente "la
Catrina". Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y
las vidas de parientes fallecidos.
Con la llegada de
los misioneros españoles, que tenían la costumbre de celebrar esta fiesta, se
conserva la tradición de los indígenas, imprimiendo el sello religioso de
prender velas y orar por los difuntos, Día de recuerdos,
oración y cercanía con los seres queridos que se han ido antes que nosotros.
Se hacen ofrendas para agasajar a los fallecidos y
celebrar esos dos días, que se quitan el día 2 por la noche, pudiéndose
consumir en ese momento los alimentos puestos en ellas.
Algunas comunidades
en México celebran el día 1º dedicado a los niños y el día 2 a los adultos.
Es impresionante el
número de personas que acuden a los panteones, con flores y
ofrendas, rezos y lágrimas.
También la cantidad
de “altares de muertos” que se ponene en las familias, centros educativos,
lugares cívicos, siendo ya famosa la ofrenda que en la Ciudad de México, se
pone en el Zócalo.
Esta hermosa
tradición llena de sincretismo, (indígena y católico) se ha conservado por
siglos en nuestro México, a pesar de la influencia de la celebración del Halloween
que, si bien tiene un origen parecido, Hallow Eve, víspera de la Fiesta de
Todos los Santos, no tiene nada que ver con nuestra cultura y tradiciones.
CONSERVAR NUESTRAS TRADICIONES NOS DA
UNIÓN Y RAÍCES COMO PUEBLO MEXICANO.