jueves, 20 de octubre de 2016

¿QUÉ CELEBRAMOS EL DÍA DE MUERTOS?



Laura Costas


Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México, pueden ser trazados hasta la época de los indígenas de Mesoamérica, tales como los Aztecas, Mayas, Purepechas, Nahuas y Totonacas.

Los rituales que celebran las vidas de los ancestros se realizaron por estas civilizaciones por lo menos durante los últimos 3,000 años. En la era prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento, según sus creencias.



Esta fiesta,  que se convirtió en el Día de Muertos, cayó en el noveno el mes del calendario solar azteca y era celebrado durante un mes completo. Las festividades eran presididas por el dios Mictecacihuatl, conocido como la "Dama de la muerte" actualmente "la Catrina". Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos.

Con la llegada de los misioneros españoles, que tenían la costumbre de celebrar esta fiesta, se conserva la tradición de los indígenas, imprimiendo el sello religioso de prender velas y   orar por los difuntos, Día de recuerdos, oración y cercanía con los seres queridos que se han ido antes que nosotros.


Se hacen ofrendas para agasajar a los fallecidos y celebrar esos dos días, que se quitan el día 2 por la noche, pudiéndose consumir en ese momento los alimentos puestos en ellas.
Algunas comunidades en México celebran el día 1º dedicado a los niños y el día 2 a los adultos.
                                                 
Es impresionante el número  de personas que acuden a los panteones, con flores y ofrendas, rezos y lágrimas.
También la cantidad de “altares de muertos” que se ponene en las familias, centros educativos, lugares cívicos, siendo ya famosa la ofrenda que en la Ciudad de México, se pone en el Zócalo.



Esta hermosa tradición llena de sincretismo, (indígena y católico) se ha conservado por siglos en nuestro México, a pesar de la influencia de la celebración del Halloween que, si bien tiene un origen parecido, Hallow Eve, víspera de la Fiesta de Todos los Santos, no tiene nada que ver con nuestra cultura y tradiciones.


CONSERVAR NUESTRAS TRADICIONES NOS DA UNIÓN Y RAÍCES COMO PUEBLO MEXICANO.



lunes, 19 de septiembre de 2016

¿QUIÉN DISCRIMINA A QUIÉN?

Laura Costas
 
Que alguien me explique: si acepto a las personas gays, quiero a las que son cercanas, no me siento ofendida por las marchas de "orgullo gay", no las juzgo por la vida que han decidido vivir, ¿por qué yo no puedo expresar y marchar por mis ideas sin que me insulten, me llamen homofóbica, "mocha", retrógrada, manipulada, ignorante, etc, etc? ¿Quién me discrimina a mí, quién es intolerante y me ofende?
Perdón DenisseDresser y simpatizantes, sus posturas  son radicales y discriminatorias Y eso SÍ siembra odio e intolerancia.




Una marcha pacífica más de un millón de personas y las que se sumen.... de los que expresan sus derechos como padres de familia, sus valores e ideales, es tan válida como cualquiera que libremente se realiza en nuestro país. Considerarlos  personas de poca inteligencia que se dejan manipular es otro insulto mayúsculo.

#LaLibertadDeExpresiónEsParaTodosLosMexicanos


domingo, 4 de septiembre de 2016

A MI MÉXICO



Mexico, a ti que eres mi país, te dedico esto en el mes de la patria. porque en este video de 9 minutos con música hermosa y bailes preciosos, se describe a la perfección toda tu belleza.

Orgullosa me siento de ser hija de tu tierra, de tus mares, de tus montañas, de tus desiertos, de tu historia, de tu gente ... si alguien me pidiera: “describe a un mexicano” le diría que lleva el alma tatuada con el cielito lindo, que por sus venas corre el dulce licor de los agaves mas hermosos del mundo, que su corazón lo lleva siempre envuelto con un fino lienzo de seda verde, blanco y rojo, que late al compás del vuelo del águila, que en la piel se le ven las huellas de las botonaduras de un elegante traje de charro, que sus ojos reflejan la valentía de los aztecas, la sabiduría de los mayas y la generosidad de su raza.
Que cuando esté lejos .... sus labios cantarán “México lindo y querido si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí”  
TE AMO MÉXICO

Por Patty Camberos


sábado, 9 de julio de 2016

VACACIONES, PAUSA EN EL CAMINO



Es tiempo de vacaciones y ya estamos en ellas. Me refiero a los estudiantes y a las personas que con ellos laboran.
Colegios, escuelas, universidades están silenciosas y sus puertas cerradas. 

También algunos padres de familia podrán conseguir algunos días de descanso para acompañar y estar en más íntima convivencia con los hijos y con la familia en general.
En lo que a lo mental se refiere, busquemos el hábito positivo de la alegría.
    En lo que toca a lo espiritual, al afecto y al amor, dedicarle más tiempo al esposo o la esposa, a los padres, a los hermanos y también a los amigos.
Con los hijos ser firmes pero cariñosos, igualmente con los nietos en todas las edades. No dejemos pasar la vida sin darles cariño. Mejorar nuestra relación con todos, poner lo mejor de nuestra parte, aunque nos cueste.
No hacer de las vacaciones una temporada de turbulencias.


Los resultados nos darán la alegría de saber que sabemos como convivir. Que los hijos disfruten de nuestra compañía, con los abuelos, con los amigos y que ese disfrutar sea recíproco. En la parte espiritual está nuestra vida de oración, nuestra vida generosa y servicial al prójimo.
Quizá en este tiempo de vacaciones tengamos un mejor espacio para visitar a la familia o amistades enfermas o hacer un llamada telefónica a los que sabemos están muy solos o tristes por alguna circunstancia especial.

Desde este espacio y con cariño, felices vacaciones para todos, chicos y grandes.


       Tomado del texto original de María Esther Ariño

miércoles, 1 de junio de 2016

AMISTADES: MOLE DE OAXACA O TE DE MANZANILLA



Por ahí suelen decir que “La familia nos la da Dios y los amigos los elegimos nosotros.”  Esa elección de personas para darles nuestro afecto y nuestra confianza son muy importantes en nuestra vida. No es fácil tener un amigo o una amiga en quién podamos confiar plenamente pero cuando gozamos de ese privilegio, bien podemos decir que poseemos uno de los más grandes y preciados tesoros. Por la clase de amigos que tenemos se nos puede clasificar sin lugar a equivocación, el refrán dice : “Dime con quién andas y te diré quién eres.”

Pero no son lo mismo “nuestros amigos”, que se suelen contar en número muy reducido, que nuestras amistades. Estas pueden ser muchas y muy variadas. Son personas que apreciamos sinceramente, pero a veces no van muy acorde con nuestra personalidad.  Y ciertamente esas personas nunca pueden llegar a la intimidad de nuestro “yo”, pero están en nuestro entorno y convivimos con ellas con gusto y con cariño.
  
Entre estas amistades se dan aquellas que siempre están dispuestas a “ganarnos” , y es curioso porque les gusta ganarnos especialmente en cuanto dolor o sucedido desagradable que les podamos platicar :  si es un dolor de cabeza… ¡ah no, dolor de cabeza como el de ellas no existe ! ; si nos hemos roto un pie,,, ellas los dos y además la cadera; si nos caímos y rodamos dos o tres escaleras… ellas cinco; si tenemos catarro… ¡catarro el de ellas y con tos ! ; si el dentista nos está arreglando una muela,… a ellas le han tenido que sacar las cuatro del juicio;  si en la conversación les contamos algo que nos sucedió, siempre a ellas les pasó lo mismo ¡pero mucho peor , mucho más terrible!… en fin, jamás les “ganaremos”  y al final nos callamos con la impresión de que lo nuestro era “tan poca cosa “… que ni valía la pena de haberlo contado.
  
Otra variante de estas amistades es la que nos dejan el alma helada, como si toda la nieve del más crudo invierno nos cubriera sin piedad. Son aquellas que nos llegan con la información más negativa y desesperanzadora jamás sospechada :  el país va a la ruina, este año es el peor para la agricultura… el pescado, todo el pescado está contaminado, la carne, ya no se puede comer carne ¡ a las vacas le dan clembuterol para que estén más gordas, el agua no se puede beber… los médicos, los ingenieros, los abogados, etcétera , son unos interesados, la Iglesia y sus ministros se hunden, el SIDA se contagia en las albercas… el año… y el fin del mundo… Es inútil decirle a esas personas que la vida tiene cosas muy hermosas, que el país puede salir adelante, que hay seres humanos muy buenos, que hay que tener fe….Te mirarán con cara de conmiseración y luego al oído te dirán como en secreto : “no seas inocente, yo sé de muy buena fuente que…” y otros jarro de agua fría y se irán con sus agoreras predicciones a otra parte y nosotros  nos quedamos como si un huracán hubiese acabado con todas las flores de nuestro jardín….
  
Hay una gama infinita de estas formas de ser. Las hay que fabulan, mienten y se lo creen. Otras son de las que nada ni nadie es capaz de escapar de su crítica, para estas, no hay otros tema de conversación. Padre, madre, hermanos, la suegra, la cuñada, amigas, el vecino, ( si es mujer casada, no digamos el pobre marido) nadie se salva. Critican y critican a destajo. El jefe, los compañeros de trabajo, la empresa, nada es de su gusto…el que cae en sus garras sale hecho “trizas”. El ingenio se les agudiza, la lengua no para y si no encuentran eco en nosotros, pronto la conversación termina.
    
La mayor de mis hijas me decía un día que hay amigas que son como el te de manzanilla y que hay otras que son como el mole, esa salsa tan conocida en México.  Y es cierto. Todos conocemos a esas personas que al hablar con ellas son como brisa fresca, como un dulce remanso, como cálido y bonito sol de una tarde de primavera que por muchas cosas amargas o impaciencias desbordadas que les contemos, siempre ponen en nuestra alma la tranquilidad, el buen juicio, la ternura de sus palabras o consejos y nos van dejando la paz y el bienestar que deseábamos encontrar : Ellas son, como el te de manzanilla.
  
Y hay otras que son algo así como un gran plato de mole oaxaqueño ( comida muy clásica de OAXACA, México) tomado a la hora de cenar que nos quita el sueño, nos desazona, nos indigesta y nos quita, casi, casi, la alegría de vivir y es que sus miles de tribulaciones, sus vidas conflictivas, sus traumas, sus enojos, sus problemas de ellas contra el mundo, sus dificultades y aprietos contados todos en tropel, casi sin respirar, nos dejan exhaustos e incapaces de decir una palabra que pueda llevar un paliativo a tanta desgracia o infortunio. Por otro lado sabemos que nada ni nadie podrá aligerar ese cúmulo de sucesos en alguien que no está dispuesto a dejar es actitud de agobio y desdicha.
  
Quizá en mi caso pueda pertenecer a uno de esos grupos o lo más probable es que tenga de todos un poco, pero de todas maneras a las amistades hay que quererlas como son y las necesitamos, porque ponen la sal y la pimienta en nuestras vidas y por nuestro lado haremos un esfuerzo para parecernos más a un te de manzanilla que al mole oaxaqueño.         

Del texto de María Esther Ariño