Me dueles especialmente en los tiempos de elecciones.
Me
duele ver a los dirigentes de los partidos con discursos que descalifican a los otros, aún antes de se
lleve a cabo la elección.
Escuchamos
al presidente del PRD hablar del "cochinero", por supuesto, de otros
partidos.
También
al que encabeza el PAN con el discurso del "fraude", antes de que los
ciudadanos salieran a las urnas. Discurso que hemos escuchado hasta en
cansancio.
Vimos
la exigencia del PRI de volver a contar los votos en Baja California, después
de lo cual aceptaron su derrota.
Se
dan alianzas estratégicas que han dado resultado electoral, pero con la
dificultad de armonizar las encontradas ideologías.
Amenazas
de impugnación, de abandonar el Pacto por México, de condicionar aprobación de
las reformas que son urgentes para el país.
Me
dueles cuando los partidos "ventilan" sus diferencias internas con
insultos y descalificaciones, pero se unen para presentar un frente común en
oposición a algunas reformas, sabiendo que que de ellas depende el futuro de
nuestro país.
Nos
preguntamos: estos políticos, ¿no son capaces de percibir el cansancio de los
ciudadanos que estamos hartos de sus discursos, y su falta de responsabilidad ciudadana?.
¿No
se dan cuenta que con esas actitudes descalifican a las instituciones
electorales, a la incipiente democracia que hemos ido logrando, a la
participación ciudadana que emite su voto?
Si
tienen verdaderas pruebas, que las presenten con seriedad a las autoridades
correspondientes.
Si
ganan la elección, que lo hagan con dignidad y no diciendo "a pesar del
fraude, salimos victoriosos".
Si pierden, que tengan la nobleza de admitirlo, felicitar al triunfador, como
sucede en algunos países y se sumen a trabajar unidos por México. ¿Algún día lo veremos?
Queremos
leyes que se apliquen para todos por parejo y que los delincuentes y vándalos,
los que cierran carreteras, los que destruyen propiedad pública y privada, sean sujetos a
la aplicación de la ley.
Me dueles cuando los
ciudadanos nos sentimos desprotegidos,
desorientados, ignorados, utilizados.
Los
hombres y mujeres de México que día con día cumplimos con nuestro trabajo,
fundando empresas, trabajando en la fábrica, enseñando en la escuela,
atendiendo al público con cortesía.... -pónganle la ocupación que cada uno
desarrolla- queremos vivir en un país ordenado, en paz y con oportunidades para
todos.
Representantes
de partidos, funcionarios y servidores públicos: los ciudadanos que pagamos
impuestos sostenemos sus altas nóminas, los hemos elegido para servir al país y a los
mexicanos, no para servírse de nosotros.
Hablen
menos y trabajen más, unidos por México, por el grogreso del país y de todos los mexicanos.
Atentamente
Un
ciudadano responsable y comprometido con su país.
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