“Los abuelos no sólo cuidan
nietos, son el tronco de la familia, aportan sentido y pertenencia”
Cada vez es más frecuente encontrarnos con abuelos, abuelas y hasta
bisabuelos que están en las Redes
Sociales: chatean con sus nietos, participan en los grupos familiares,
contactan a sus amigos y dedican varias horas de su tiempo a esta actividad.
Encontramos que esto es muy positivo por varias razones:
Ocupan su tiempo
Se comunican con familiares y amigos cercanos o lejanos
Están enterados de lo que pasa en la familia y en su entorno.
Algunos estudian “en línea” y siguen aprendiendo y creciendo
También facilita la interacción
que todavía en México, tenemos entre los miembros de la familia.
A pesar de que en los últimos tiempos la complicación de las grandes
ciudades, los estudios en el extranjero y el desplazamiento por razones de
trabajo van siendo cada vez más comunes, generalmente es una realidad que, al menos en las fiestas
importantes y celebraciones, las familias gustan de estar reunidas incorporando
a los papás, hermanos, nueras, yernos,
primos, sobrinos, y no se diga, a
los abuelos.
Los roles que ellos representan en cada familia son de una gran
importancia para la unión familiar y la formación de los nietos. Algunos
abuelos perduran para siempre en la
historia y el corazón de sus nietos.
Abuelos enriquecedores: Comunican amor incondicional que se manifiesta a través de atención,
interés y tiempo. Relación cálida, cercana y aceptante. Aman a cada uno tal y
como es. “Te quiero por ser TÚ”, sin
condiciones
Transmisores de historias y
esencia familiar”: puentes entre el pasado y el
presente, raíces, sentido de familia. ¿Quién no recuerda las historias,
anécdotas, fotografías y sueños que nos platicaron los abuelos? ¿Las frases y
dichos “familiares” que se transmiten de generación en generación?
“Coaches”: Promueven el desarrollo de los nietos comunicando destrezas y
habilidades que les abren horizontes. En ocasiones, se hacen cargo de ellos
durante el día para facilitar que ambos padres trabajen. En las crisis, son
sabios acompañantes y consejeros.
Modelos de crecimiento: Testimonio de vida, envejecer con dignidad, deseos de aprender y
seguir creciendo hasta el día de su muerte.
Abuelos y hasta Bisabuelos que se inscriben en la Universidad, que están
comprometidos en programas de ayuda social, que aprenden computación para estar
en contacto con los nietos y con el mundo actual.
Sabiduría y experiencia acumulada:
madurez adquirida a través de los años de experiencia, logros y fracasos.
Transmisores de tradiciones: ¿Se acuerdan de los viajes con los abuelos, del “nacimiento” y el
árbol que montaba todas las Navidades?
Y, por supuesto, había que cantar la posada la víspera de Navidad,
rezar, besar al Niño y ponerlo en el pesebre. Comer la Rosca de Reyes, el Pan
de Muerto, los Altares del Día de Muertos……
Cuántas personas,, entre ellas el Papa Francisco y nuestro jugador internacional Javier
Hernández, el Chicharito, han dicho: ”Mi abuela me enseñó a rezar”.
Los recuerdos acuden a nuestra mente: “mi abuelo me enseño a manejar,
mis abuelos nos llevaron a conocer la iglesia dónde se casaron”, “mi abuelito nos llevaba al circo”, sería
interminable tratar de registrar todo lo que se viene a nuestra mente.
Transmisión de valores: “Mi abuelo me pasaba todo,
menos que dijera mentiras”, comentó un hombre en los funerales.
“Mi abuela me enseñó a valorar la honestidad, la cortesía y el amor”
dice una amiga mía.
Aprovechar el tiempo que
permanezcan con nosotros, apreciar el amor incondicional que dan a nuestros hijos, perdonar sus imprudencias o repeticiones, enseñar a los
hijos, con el ejemplo, a amarlos y
respetarlos.
LOS ABUELOS DEJAN
HUELLAS IMBORRABLES EN EL ALMA DE SUS NIETOS