lunes, 23 de junio de 2014

ME GUSTA SER MEXICANA



 ¿Saben? pasé 3 meses en Suecia muy al Norte a 3 horas del Polo Norte un lugar muy desolado, muy lejano; y cuando me sentía muy sola y triste me salía a correr y cantaba el Himno, El Cielito Lindo, México Lindo y Querido.... ah! y Las Mañanitas.... al parecer mi cerebro sólo recordaba esas 4 canciones.
Me preguntaban ¿extrañas a tu familia, tienes "homesick"? y yo siempre contesté.... No, lo que más extraño es mi ciudad, mi país. Por eso estoy cierta de lo que escribo a continuación al terminar el juego México-Croacia




  
Definitivamente el amor a nuestro país es mucho más grande de lo que imaginamos...... si no, ¿por qué el mundial nos apasiona tanto? Hasta a los que, como yo, nunca vemos el fut más que cada que cuando juega la Selección Nacional de México.... Lloramos con el himno, cantamos el cielito lindo y se la recordamos a todos nuestros oponentes y a los árbitros (como al de hoy y al que corrió la FIFA y a otros tantos que ni me acuerdo) 


 
Yo creo que esto mismo pasa en todos los países .... hay un lugar seguro al que pertenecemos todos: a nuestra nación. Es como si fuera un tatuaje silencioso e invisible..... que sólo grita y se pinta de bandera cuando juega nuestra selección.

Gracias a los chicos de la Selección por estas alegrías, pero más a la afición mexicana que rebasa a la de cualquier país

Me gusta mi país, mi México adorado. Me gusta ser MEXICANA

¡VIVA MÉXICO!
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Patty Camberos
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viernes, 13 de junio de 2014

TE CASTIGO CON NUESTRO HIJO



Ricardo Córdova

 

Como largos y muy dolorosos califica Edgar los últimos 3 años de su vida. Y es que además de enfrentar un difícil proceso de separación de Daniela -su ex esposa- durante todo ese tiempo, también dejó de convivir con Daniel, su hijo de 8 años. "Inmediatamente después de nuestra ruptura, ella –de manera caprichosa- comenzó a obstaculizarme por todos los medios la convivencia con mi hijo, no obstante yo he cumplido con mis obligaciones en lo que respecta a la manutención de él", afirma.



Datos del Censo de Población y Vivienda 2010, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) arrojaron que 90% de las custodias de los hijos son otorgadas a las madres. Sólo en casos excepcionales ellas pueden perder este derecho.  Lamentablemente después de la separación, la sensación de muchos hombres es la de sentirse sólo proveedores, despojados de toda conexión emocional de sus hijos, así como de sus derechos. "Mis obligaciones de manutención con Daniel las tengo que cumplir sin falta y esto no me causa problema de algún tipo, pero, ¿qué hay de mi derecho a ver a mi hijo? ¿Quién se encarga de garantizarme que se respete? Nadie, por eso su mamá no me lo deja ver", cuestiona Edgar.
 
Contrario a lo que manifiesta Edgar, "las madres no tienen ningún derecho a robarle a sus hijos ni una sola posibilidad de recibir amor, cariño, atención y equilibrio emocional de sus papás. El divorcio, en todo caso, es entre ellos, no con los hijos. Papás e hijos tienen derecho a convivir de manera armónica", comenta María Juana Palestino, abogada especializada en materia de lo familiar del Programa de Asistencia Jurídica Familiar, del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Oficinas Nacionales.

Para garantizar el cabal cumplimiento de los derechos y obligaciones de ambos  padres respecto a los hijos, estuvieran o no casados,  se recomienda:

  • Acudir a un juzgado de lo familiar y comentar el caso.
  • Realizar un convenio de carácter legal, ya sea de común acuerdo o en donde el juez sea quien dictamine las condiciones.
  • Fijar de la manera más clara posible la guarda y custodia, alimentos, así como las visitas y convivencias con los hijos.
  • Respetar la sentencia del juez.
  • En caso de que no se cumpla la sentencia dictaminada por el juez, notificarlo para que se corrija y/o se sancione.

"Cuando fijas de manera escrita y ante un juez los derechos y obligaciones que tienes como padre, por más que la mamá se encapriche e intente obstaculizar la convivencia entre padre e hijo, él tiene de su lado un documento legal que lo respalda y que de no respetarse, tiene graves consecuencias: Desde una sanción económica hasta, en algunos casos, la pérdida de la custodia de los hijos", afirma María Juana Palestino.

Cabe destacar que un criterio preponderante en todas las sentencias emitidas en los juzgados de lo familiar, en lo concerniente a determinar la guarda y custodia, alimentos y vistas de los hijos, es velar por el interés de ellos, en este caso es el derecho a la armoniosa y periódica convivencia con sus padres, debido a que necesita de esto para que el pequeño se desarrolle plena e integralmente.


Más información:
Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia
Teléfono sin costo: 01 800 611 11 11 (México).

Colaboración de Fundación Teletón México.
“Sé responsable de tu destino”.

martes, 10 de junio de 2014

EL CINE DE LA MALINCHE


Maggie Garcín Labarthe
Al llegar a quinto semestre de mi carrera, Comunicación audiovisual en la Universidad Panamericana de Guadalajara, me encuentro con una materia llamada “Investigación de la comunicación”, para la cual, se nos pidió escoger un tema y desarrollar una investigación durante todo el curso.
Esto me llevo a un suceso acontecido justo el verano antes de entrar a clase:
Fui a rentar una película (si, soy de los que todavía rentan películas) y mientras buscaba la que quería, un matrimonio le pedía recomendaciones a la empleada en turno…
- ¿Esta de Brad Pitt está buena?
-Sí, está entretenida, es de acción
- ¿Y la nueva de Bradley Cooper?
- Uy, buenísima, ganó un Oscar…
-¿ Y esta? ¿”Morelos”?
- mmm….no está mal para ser mexicana.
Esa última respuesta se me quedo grabada y me hizo reflexionar todo el camino de regreso. ¿Así que ese es el concepto que tenemos del cine nacional? Tal vez a muchos no les sorprenda, pero como estudiante de comunicación, uno se hace cada vez más objetivo y ya no cataloga una película como “buena” o “mala”, sino analiza la fotografía, el guión, la actuación, la dirección, los efectos, el audio…
Para no hacer el cuento largo, yo llevaba un tiempo aislada sobre la percepción del público “promedio”, perdonen ustedes la sangronada.
El punto es que decidí que ese sería mi tema de investigación: ¿Por qué los mexicanos rechazan el cine que se hace en su país?
La respuesta más simple y obvia parecía ser: por malinchistas.
Tenemos fama de rechazar aquellos productos hechos en México y enaltecer todo lo extranjero, el cine no parecía ser una excepción.
Y empezó el trabajo. Lo primero fue empaparme de la historia del cine nacional, intentar entender dónde había un paso en falso, dónde nos habíamos equivocado, pues es bien sabido que hubo un Cine de oro mexicano, entonces algo hicimos bien.
A continuación, investigué las cifras otorgadas por el IMCINE, que demuestra la cantidad de películas que se producen contra las que se exhiben (112 contra 67. IMCINE 2012) así como la asistencia de los mexicanos al cine, los ingresos en taquilla, los festivales nacionales…en fin, datos duros para seguir entendiendo a la industria.
Todo esto, me fue encausando en una dirección: el apoyo hacia los cineastas en el país. Encontré varias opiniones, todas dirigidas hacia una misma problemática de la cual hablaré más adelante.
Finalmente, desarrollé una encuesta dirigida a jóvenes (que no estudiaran comunicación por lo ya explicado) sobre sus “hábitos” cinematográficos, gustos, preferencias en cartelera, y su opinión acerca del cine mexicano. ¿Lo consideran de baja calidad? ¿Qué les gusta del cine nacional?
En este punto, me encontré con el temor de que la audiencia se mostrara poco objetiva dados los últimos éxitos presentados, dígase “Nosotros los nobles” o “No se aceptan devoluciones”. Mi solución fue presentar un listado de las películas más importantes de unos años para atrás.
Y las respuestas me sorprendieron.
No sólo no somos tan malinchistas como lo creía, sino que verdaderamente tenemos cariño por el cine de nuestro País. No se considera tan bueno como el norteamericano (debido, en parte al volumen de películas americanas que se producen anualmente) pero la gente parece tener confianza en que va mejorando poco a poco y que hay madera para crear una gran industria.
Entonces…¿cuál es el problema?
Bueno, esa es otra historia, pero el meollo del asunto está en la falta de apoyo al cine mexicano porque, quieran o no, producir es caro. Muy caro.
Y está el tema de las distribuidoras por supuesto, que es harina de otro costal, pero es la causa principal por la cual grandes películas o cineastas talentosos no pueden ser exhibidos más que en algunos festivales, y si bien les va.
Es un tema tan amplio y me abrió tantas nuevas interrogantes que muy probablemente se convierta en mi investigación de tesis. Lo que puedo concluir es que las respuestas que obtuve me dejaron un sabor agridulce; es esperanzador ver el cariño que tiene la audiencia mexicana a su cine, ver la fe que tiene la gente en la industria y ver crecer a nuevos talentos en México. La parte triste es la falta de apoyo o confianza que falta por parte de organismos que deberían apostarle más a este arte.
Sin embargo, hay diamantes en bruto dentro de la industria del cine nacional, que seguramente encontraran alguna forma de hacerse camino y más teniendo una audiencia que los motiva y apoya. 
¡Que sorpresa tan grata descubrir que la malinche no se pasea por las salas de cine mexicano!