Un ejemplo:
Explotación
laboral: “Es un acto o serie de actos cometidos por grupos o individuos que abusan de
la vulnerabilidad de otros con fines de lucro.” OIT ( Organización
Internacional del Trabajo)
Ante la falta de empleo, muchas personas
están dispuestas a defender un espacio laboral a costa de trabajo
gratuito. Viven sin recibir ningún tipo de sueldo porque no se les contrata y
por lo tanto, no disponen ni de una elemental prestación de salud.
Ponemos
a consideración el caso, que valdría la pena investigar, sobre la
situación de los “viene-viene” que laboran en
estacionamientos de centros comerciales de la ciudad de México.
La herramienta de negociación (o coerción?)
para que una persona pueda obtener o mantener una “plaza” -del tipo que
mencionamos, en algunos de estos lugares, es la obligación (no contractual por
supuesto) de hacer arreglos, pintar y limpiar las áreas de estacionamiento
periódicamente sin recibir remuneración alguna y, muchas de las veces, a altas
horas de la noche, a manera de no bloquear espacios o molestar a las personas que
buscan estacionarse.
Adicionalmente, parece que en ocasiones
también hay una cuota semanal que estas personas deben cubrir, de sus ingresos
por propinas: el “moche”, que ignoramos
a manos de quién va a parar.
Habrá quien argumente con razón, admitimos,
que los administradores de estos estacionamientos no están obligados a
contratar a los “viene-viene”; no los necesitan, no forman parte del concepto
de negocio, no les corresponde, no hacen falta. Pero lo que no es válido
es el trabajo gratuito, y/o cuotas
semanales. Eso, es explotación.
Qué tristeza que se haya llegado a esta práctica extrema de
abuso laboral, entre tantas otras que no mencionamos por tratarse
de un caso específico. Qué tan extendida está?
Quizá mucho más de este caso que nos tomamos la molestia de descubrir:
bastaría con interesarnos por los demás que, estando cerca, a veces no vemos o
no queremos ver.
PAGAR PARA PODER TRABAJAR, NO DEBIERA SER
UNA PRÁCTICA TOLERADA
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