miércoles, 28 de noviembre de 2012

LEGALIZACIÓN MARIHUANA




CUANDO VEN LAS BARBAS DE SU VECINO CORTAR……….

… en México se  quieren poner  las leyes a remojar.

El PRD se apresta a proponer una iniciativa de ley para legalizar o despenalizar la marihuana en México.
La dimensión del asunto  es enorme y las aristas del tema son múltiples. Por ello, es conveniente que nos ubiquemos un poco en el contexto de lo que está pasando  con esta droga en varios aspectos a manera de tener ciertas bases para poder calificar lo que seguramente se  pretenderá imponer.
En lo general, la marihuana es la droga ilegal más popular del mundo. Junto con el alcohol y el tabaco son las drogas de entrada a otras sustancias  ilegales y situaciones de riesgo. A raíz de esto, cada vez más se reporta en el mundo el uso de “polidrogas”, es decir, el consumo simultáneo de varias sustancias ilegales con consecuencias impredecibles.

         Consumo:
Para el año 2010, se estima que entre casi 3 y  5% de la población mundial adulta ( de 15 a 64 años)utilizó marihuana, cifra similar a la de 2008.(UNOCD)
Los países /zonas del mundo con mayor prevalencia en el uso de cannabis son  Australia y Nva Zelanda seguidos por Norteamérica ( Canadá, EU y México), Europa Central y Occidental  y África Central y Occidental .
El caso de Asia es particular puesto que,  aunque la prevalencia permanece baja, la densidad  de población la pone en primer lugar si se toma en cuenta el número de personas consumidoras. (Reporte” Recientes estadísticas y análisis de tendencias de  los mercados de drogas ilícitas” UNOCD, 2010).
En el caso particular de Estados Unidos, según el reporte, la prevalencia en el uso de cannabis siguió aumentando de 2009 a  2010  (de 13.7 a 14.1%) entre la  población  adulta
(15 a 64 años) y de acuerdo a encuestas escolares la prevalencia de uso entre adolescentes va en aumento al igual que  en estudiantes de High School donde ésta es del 25%.
La percepción sobre el riesgo de consumir que tienen los jóvenes en la actualidad es de una baja preocupación por consumir en una sola ocasión marihuana o cocaína y una creciente percepción de que consumir en una o más ocasiones no es tan riesgoso. (Informe Hemisférico Evaluación del progreso del control de drogas, quinta ronda de evaluación. Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM)Cicad, SSM, OEA 2011)
De acuerdo a la más reciente Encuesta Nacional de Adicciones en México (2008 INSP), la marihuana y la cocaína son las sustancias preferidas por la población donde, a pesar de que la incidencia es mayor en hombres, la de mujeres se ha duplicado. Según los datos, el consumo de  marihuana aumentó de 3.5% a 4.2% entre 2002 y 2008.
Simultáneamente, el 1.6% de los jóvenes en México entre 12 y 17 años, la ha consumido .
Geográficamente, la mayor prevalencia en el uso de cualquier droga ilegal se concentra en el Noroccidente del país y la más baja, en la región Sur.
Respecto a Centro y Sudamérica, estas zonas destacan recientemente por el crecimiento que ha mostrado el consumo y su prevalencia (principalmente en Brasil y Argentina).


 


Costos/Consecuencias:
Nadie puede dudar que el consumo de drogas tiene un costo importantísimo para los gobiernos  por las negativas incidencias sobre la salud. Pero la sociedad en general también absorbe un enorme costo reflejado no sólo en una baja en productividad sino al que relaciona el consumo de drogas con diversos crímenes y accidentes.
En el caso de México, la violencia por el control de la distribución y rutas de drogas es un costo adicional.
Cifras de 2007 (INEGI) arrojan que en México,  las muertes que presentan mayores porcentajes con relación al consumo de marihuana son: atropellamiento bajo intoxicación (6.5%) ,muertes por accidentes de tránsito 15.1%  y 5.4 por ciento de las muertes por caídas que ocurrieron bajo los efectos de la marihuana.  Asimismo,  la muerte por asfixia ocurrió en 23.7% de los casos por el uso de esta droga.

Producción/Comercialización:
La producción de cannabis a nivel mundial se concentra en México, seguido de Estados Unidos y Canadá (UNOCD: The threat of narcotrafficking in the Americas, oct 2008) aunque se estima que el 90% de los países la producen en mayor o menor medida. Asimismo, el cultivo a nivel doméstico ha crecido exponencialmente lo que aumenta la oferta. En Sudamérica, llama la atención el crecimiento de la producción en Paraguay desde el 2005.
La producción en México se ubica principalmente en la costa del Pacífico  (Sinaloa, Michoacán, Guerrero, Jalisco, Oaxaca y Nayarit) aunque también se cultiva en la región centro/norte (Chihuahua y Durango).
Es importante señalar que todas las estadísticas:
(producción, distribución, incautación y consumo) difieren entre las muchas agencias/fuentes que se dedican a esto y por cuestiones diversas ( tipo de medición, apertura de gobiernos etc. ). Tomando esto en consideración, “ se dice” que, de la producción mexicana de marihuana, se estima que en el propio país se consume el 10% y el 90 se exporta a Estados Unidos –básicamente- y que entre el 40 y el 67% de la marihuana consumida en EU , viene de México.
 El factor común, a pesar de las divergencias, es que Estados Unidos es el mayor consumidor de la marihuana producida en México y que el estado de California es el mayor cliente (de acuerdo a RAND Corporation, consume la séptima parte del total estadounidense y a la vez, es el mayor productor en ese país)
El cártel que más exporta marihuana a EU es el de Sinaloa pero no hay uniformidad informativa en cuanto a cantidades ni en cuanto a la distribución porcentual del mercado norteamericano entre todos los cárteles.


Impacto de legalización en cárteles mexicanos:
 RAND Corp (en su estudio: “Reducing drug trafficking revenues and violence in Mexico. Would legalizing marijuana in California help?”) considera que las estimaciones que suponen que el 60% de las utilidades brutas de las organizaciones de  narcotraficantes  viene de la exportación de marihuana a EU, están totalmente equivocadas. Tomando a California ( mayor estado consumidor y productor en EU) como un proxi para tratar de medir el impacto de una legalización local, éste sería sólo de entre 2 y 4% para los cárteles mexicanos. Sin embargo, si California expandiera la venta de su producción a otros estados de la Unión Americana a precios evidentemente más competitivos que los actuales de importación, la pérdida de utilidades para las organizaciones narcotraficantes sería de alrededor del 20%. Consideran también que en relación a la violencia, algunos mecanismos sugieren que ésta se incrementa ante la baja de ingresos en el corto plazo pero baja en el largo plazo.


Lo que este estudio no considera es la multiplicidad de actos delictivos en los que estas organizaciones se han incrustado y la posibilidad de incrementarlas para resarcir posibles pérdidas así como el hecho de poder empezar a comercializar otras drogas (de hecho ya se hace). 

De ahí que el impacto en utilidades de los cárteles no parece ser un objetivo viable que justifique la legalización de la marihuana en México ni garantice un descenso en la violencia (factores como la permanencia de una guerra territorial quedan en duda).

Queda pendiente, y quizá sea lo más relevante, qué parte de la cadena producción-consumo se regularía y cómo.
 Si la seguridad pública será un “justificante” para la legalización, ¿cómo se definiría ésta? ¿por impacto en la salud ó por los muertos en la guerra de cárteles ó por ambos?
Si la marihuana es, como el alcohol, de las drogas más consumidas, habría que calificar el éxito de las medidas sobre el control de éste último en base a los índices de su consumo (que aparentemente van en aumento y a menor edad inicial) y las estadísticas sobre problemas de salud consecuentes, como indicativos de lo que se tiene capacidad de hacer sobre la marihuana en lo relativo al consumo interno.

Muchas otras interrogantes están en el aire. Legalizar la marihuana en México es hacerlo en el país que más produce y eso conlleva una responsabilidad enorme; interna y externa.

Corremos el riesgo de que se adopten medidas simplistas, sin visión de largo plazo, sin consulta a la población, de fast-track. De ahí que cuanto más informados estemos, más argumentos se podrán poner en voz pública para generar un auténtico y responsable debate.





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