Por
Marcela Galindo
En el
caso de México, creo que cualquier iniciativa de impulso a la economía va a
fracasar a menos de que se ataque a la raíz del problema:
LA CRISIS DE LOS VALORES FAMILIARES
Los
emprendedores, los empresarios, los empleados, los funcionarios públicos, todos
los involucrados en estos programas de fomento al progreso económico, TODOS,
son mexicanos que crecieron en el seno de una familia de nuestro país.
La
crisis de los valores familiares ha permeado en todas las esferas de nuestra
sociedad y ha saboteado la mayoría de las iniciativas económicas que se
estrellan contra un muro construido a base de vicios como la falta de
honestidad, respeto y tolerancia, entre otros.
La
única oportunidad que tenemos de que cualquier proyecto sea viable y
transcienda, es criando desde el día de hoy mexicanos que formen una sociedad
donde la corrupción, la inconsciencia e imprudencia sean la excepción y que
adopten la ética, la generosidad y el profesionalismo como lo que rija de su
conducta.
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