Luis Yáñez
“La unión hace la fuerza”, es un dicho popular que se aplica en
múltiples aspectos de las relaciones humanas, pero también encaja perfectamente
en el ámbito familiar. Y es que uno de los deseos más importantes de los padres,
es que sus hijos se integren y fortalezcan los lazos afectivos con cada uno de
los miembros de la familia.
No obstante, durante la etapa de la adolescencia, resulta un poco
complicado lograr que los chicos estén dispuestos a compartir su tiempo con las
actividades que comúnmente se realizan de la mano de los padres, hermanos y el
resto del núcleo. El reto en esta edad, es explicar a los chicos el concepto de
familia unida, ya que gran parte de ellos creen que es un asunto aburrido o penoso,
y en muchas ocasiones, tratan de esquivar
lo relacionado con este tema.
Ante esta problemática, Cándido Pérez, coordinador del área de
Investigación del Think Action Development, TAD, explica que la manera ideal
para involucrar a los chicos en tareas que fomenten el desarrollo familiar comienza
justamente desde los padres:
“Hay dos factores muy importantes. El primero, es tener presente que hay
que predicar con el ejemplo, es decir: si los papás transmiten o inculcan algo
a los hijos, deben hacerlo y vivirlo diariamente. El segundo es consecuencia
del anterior, y se refiere a que si los adolescentes creen y encuentran sentido
en los mensajes que reciben, se
identificarán y lo verán con mejores ojos”.
Hay diversas recomendaciones que facilitan que fluya la comunicación y
que, aunque estén su etapa “ingobernable”, asuman el valor de la familia para
sentirse parte de ella y recibir el apoyo emocional que necesitan a esa edad.
Por este motivo, el especialista explica que existen 6 puntos básicos
que son los pilares de una convivencia sólida, y que mientras mejor se
desarrollen, serán más fuertes los lazos que unan a la familia:
1. Comunicación afectiva. Hacerles saber que su opinión, al igual que la de
todos los integrantes, es muy importante.
2. Manejo de estrés ante una crisis. Ante los roces y discusiones que se
puedan presentar, la reflexión y el modo de expresarnos son claves para
encontrar soluciones.
3. Bienestar espiritual. Si padres e hijos tienen armonía emocional, es más
sencillo que tomen las cosas con calma, y fluya la comunicación.
4. Aprecio y afecto. Nunca está de más expresarles a los chicos el valor
que tienen en casa, así como que sepan que son parte fundamental de la familia.
5. Disfrutar tiempo juntos. Lo ideal es dedicar una parte del día exclusivo
para platicar, salir a dar un paseo, o hacer una actividad en común acuerdo.
6. Compromiso. Mantenerse al pendiente de lo que ocurre con su vida, sin
invadir sus espacios, es parte importante para que se sienta confiado y a gusto
con la familia.
“Analizar estos puntos uno por uno en casa, nos ayudará a detectar las
áreas de la relación en que estamos menos preparados. Es importante tener
presente que cada familia es diferente, y que se pueden presentar altibajos, es
decir, que tal vez haya una con poca comunicación afectiva y sin embargo tiene
mayor manejo de estrés, y así sucesivamente”, afirma el experto.
Y agrega que cada familia tiene sus fortalezas, y que lo importante a
hacer en esos momentos de fricción con los chicos, es no centrarse
exclusivamente en la problemática sino, por el contrario, ser tolerantes ante las
ideas, inquietudes y propuestas a los que se enfrentan en esa etapa de su vida.
Colaboración de Fundación Teletón México
“Sé responsable de tu destino”
mlopezs@teleton.org.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario