miércoles, 6 de noviembre de 2013

ABUELOS CIBERNÉTICOS



Por Laura Costas

“El legado de los abuelos puede durar para siempre y se convierte en un eterno manantial de bondad que fluye hacia el futuro”.

Carolyn Gutowski



Cada vez es más frecuente encontrarnos con abuelos, abuelas y hasta bisabuelos que están  en las Redes Sociales: chatean con sus nietos, participan en los grupos familiares, contactan a sus amigos y dedican varias horas de su tiempo a esta actividad.

 Encontramos que esto es muy positivo por varias razones:

Ocupan su tiempo, se comunican con familiares y amigos cercanos o lejanos.

Están enterados de lo que pasa en la familia y en su entorno.

Algunos estudian “en línea” y siguen aprendiendo y creciendo.



También  facilita la interacción que todavía en México, tenemos entre los miembros de la familia.

A pesar de que en los últimos tiempos la complicación de las grandes ciudades, los estudios en el extranjero y el desplazamiento por razones de trabajo van siendo cada vez más comunes, generalmente es  una realidad que, al menos en las fiestas importantes y celebraciones, las familias gustan de estar reunidas incorporando a los papás, hermanos, nueras, yernos,  primos, sobrinos, y no se diga, a  los abuelos.

 
 Los roles que ellos representan en cada familia son de una gran importancia para la unión familiar y la formación de los nietos.


Abuelos nutridores: Comunican amor incondicional que se manifiesta a través de atención, interés y tiempo. Relación cálida, cercana y aceptante. Aman a cada uno tal y como es. “Te quiero por ser TÚ”,  sin condiciones



Historiadores familiares: puentes entre el pasado y el presente, raíces, sentido de familia. ¿Quién no recuerda las historias, anécdotas, fotografías y sueños que nos platicaron los abuelos? ¿Las frases y dichos “familiares” que se transmiten de generación en generación?



Mentores: Promueven el desarrollo de los nietos comunicando destrezas y habilidades que les abren horizontes. En ocasiones, se hacen cargo de ellos durante el día para facilitar que ambos padres trabajen.

Modelos de crecimiento: Testimonio de vida, envejecer con dignidad, deseos de aprender y seguir creciendo hasta el día de su muerte.

Abuelos y hasta Bisabuelos que se inscriben en la Universidad, que están comprometidos en programas de ayuda social, que aprenden computación para estar en contacto con los nietos y con el mundo actual.



Sabiduría acumulada: madurez adquirida a través de los años de experiencia, logros y fracasos.



Transmisores de tradiciones: ¿Se acuerdan de los viajes con los abuelos, del “nacimiento” y el árbol que montaba todas las Navidades?

Y, por supuesto, había que cantar la posada la víspera de Navidad, rezar, besar al Niño y ponerlo en el pesebre. Comer la Rosca de Reyes, el Pan de Muerto.


 Cuántas personas,, entre ellas el Papa Francisco  y nuestro jugador internacional Javier Hernández, el Chicharito, han dicho: ”Mi abuela me enseñó a rezar”.
Los recuerdos acuden a nuestra mente: “mi abuelo me enseño a manejar, mis abuelos nos llevaron a conocer la iglesia dónde se casaron”,  “mi abuelito nos llevaba al circo”, sería interminable tratar de registrar todo lo que se viene a nuestra mente.



Transmisión de valores:  “Mi abuelo me pasaba todo, menos que dijera mentiras”, comentó un hombre en los funerales.

“Mi abuela me enseñó a valorar la honestidad, la cortesía y el amor” dice una amiga mía.



Aprovechar  el tiempo que permanezcan con nosotros, apreciar el amor incondicional que dan a nuestros  hijos, perdonar  sus imprudencias o repeticiones, enseñar a los hijos, con el ejemplo,  a amarlos y respetarlos.



LOS ABUELOS ENSEÑAN A VIVIR CON UN SENTIDO, A ENVEJECER CON DIGNIDAD Y A MORIR CON ESPERANZA.










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