viernes, 28 de noviembre de 2014

CUANDO HABLAR ES UN RETO


Ricardo Córdova Orta

“Un niño requiere de terapia de lenguaje cuando hay fallas en la adquisición, en la comprensión y en la expresión del lenguaje, lo que afecta indudablemente la interacción social y el desempeño del chico”, así lo comenta Paulina Murphy Ruiz, jefa de la división de Patología del Lenguaje del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), y agrega que alrededor del 90% de los problemas requieren de terapia, la cual dependerá de la severidad del caso en específico.

Dentro del lenguaje se encuentran todas las áreas y/o habilidades encaminadas a entender el significado de cada palabra, aprender a decirlas y a la vez poder expresar el pensamiento a través de estos sonidos, por lo que es muy importante que si se detecta alguna complicación, se acuda a valoración con el experto. La especialista advierte que la edad ideal para acudir a rehabilitación es antes de los 6 años, debido a que es la edad en la inician la educación básica y se pueden evitar dificultades en el aprendizaje de la escritura y la lectura.

Algunos signos de alerta en los primeros años de vida son:
·      Cuando un niño al año y medio o dos años de edad, no dice las primeras palabras como mamá, papá, leche y agua.
·      A la edad de dos años, dos años y medio, no sea capaz de juntar dos palabras.
·      Que a los tres años no pueda construir oraciones sencillas o frases cortas.
·      Entre los tres y cinco años tenga un lenguaje que sólo sea entendido por los papás o por personas cercanas a su núcleo familiar.

Principales dificultades de lenguaje

Se dividen en dos grandes áreas:
1.     Trastornos de lenguaje receptivo: Dificultad para entender, comprender significados, formar conceptos, seguir indicaciones y sonidos semejantes, principalmente.
2.    Trastornos de lenguaje expresivos: No dicen las palabras completas, se saltan sonidos en las palabras, incluso sílabas completas, no elaboran oraciones completas, no utilizan correctamente los artículos y lo utilizan como sustantivo, o bien dificultad  en el aprendizaje de la conjugación de los verbos.

También se dan casos en que los que pueden haber mezcla entre ambos trastornos y que  pueden ir de los más leves, por ejemplo  que un niño no pueda pronunciar correctamente la letra r,  hasta aquél que su lenguaje se encuentra en una etapa muy temprana y sólo es capaz de expresar una o dos palabras, cuando por edad y desarrollo debería de ser de otro más avanzado.

El origen
Los trastornos genéticos pueden provocar de manera secundaria los problemas de lenguaje. En voz de la experta, en la gran mayoría de los pacientes tienen antecedentes familiares, durante la gestación, durante el nacimiento o los primeros meses de vida, también es posible que se presenten cuando existe un antecedente familiar. Igualmente, los puede provocar la epilepsia, un evento que les haya resultado traumático, una mala estimulación e inclusive, un golpe. 

No obstante, afirma que en la gran mayoría de los casos no hay una causa específica que lo provoque.


Paulina Murphy Ruiz comenta que es importante que el pequeño reciba atención debido a que puede derivar en alteraciones de conducta pues, son excluidos por los compañeros y profesores, por lo que muchos de ellos se retraen y se vuelven más tímidos, o por el contrario, se tornan muy agresivos para evitar que los demás se burlen de ellos. Para finalizar, la experta explica que aceptar que hay un problema es el primer paso para resolverlo, el segundo es buscar apoyo de profesionales de la salud para superarlo y el tercero, es ser constante, disciplinado, con compromiso y dedicado para que la rehabilitación del niño sea exitosa.


Colaboración de Fundación Teletón México.
#EscuelasLibresdeBullyng
celeste@teleton.org.mx


miércoles, 19 de noviembre de 2014

CARTA A LOS MEXICANOS

Les comparto artículo de una joven mexicana de 18 años.


Queridos mexicanos;

Como bien saben hoy México está viviendo tiempos difíciles y muchos de nosotros deseamos un cambio. Sin embargo la única forma de cambiar México es cambiando nosotros mismos, porque nosotros somos México. A México no lo hace Peña Nieto, ni Chong, ni Murillo, ellos son mexicanos como cualquier otro ciudadano que tienen el trabajo y la obligación de representarnos. Cada uno de los 112 millones 336 mil 538 habitantes de México, son México. La razón por la que México se encuentra en un estado muy vulnerable, no es solo porque nos hemos dejado llevar por la mediocridad, haciendo el mínimo esfuerzo, viendo únicamente por nuestro bienestar.

La verdadera razón por la que estamos como estamos es porque, dejamos de ver las cosas materiales como un instrumento y a las personas como a un fin, y comenzamos a ver a las personas como instrumento para tener como fin las cosas materiales. Nos volvimos esclavos del consumismo y el materialismo. Ahora pensamos que al tener cosas somos alguien. Que por tener la ropa más a la moda valemos más. Que por hacer la cena, la boda, la comida o el evento más grande la gente nos empezará a ver como gente importante. Pensamos que tener el coche más lujoso nos va a dar personalidad. Todos en cualquier momento hemos llegado a experimentar este sentimiento de sentirse mejor por el simple hecho de tener un nuevo objeto. El ser ya es visto como algo despreciable. 


Ahora bien, ¿Cómo esperamos que los jóvenes que vienen de una vida de miseria no se metan al narcotráfico cuando tienen la posibilidad de obtener millones de pesos?. 

¿Cómo no queremos que nuestro hijo sea aceptado o admirado por sus conocidos por tener la casa más grande, y los juegos más impresionantes? Es aquí que me pregunto, ¿En qué momento el valor de una persona empezó a depender de la cantidad de dinero que tiene? ¿Cuándo dejamos de ser capaces de disfrutar una reunión con seres queridos, por no tener la mayor comodidad y atención posible? Hoy en día nuestro objetivo en la vida es obtener la mayor cantidad de dinero para vivir una vida cómoda y lujosa y no importa quien tenga que pagar para poder obtenerlo.

El caso de los Normalistas, fue la gota que derramó el vaso. El país, poco a poco fue llenando el vaso. Quiero decir, fuimos llenando el vaso. Se podría asemejar la situación con la adicción. Todo con una probadita, comenzamos a adquirir bienes, y cosas. Como el tener algo, nos hizo sentir bien, empezamos a realizar acciones para conseguir más y más. Al principio intentamos no perjudicar a nadie, pero el obtener esos bienes materiales empezó a requerir más y más esfuerzo, el cual dañó a otras personas. Ahora bien este proceso de adicción a tener cosas, llevó una obsesión para después dar un horrible resultado. Este resultado es el que estamos viviendo hoy.

Volviendo a las metáforas y figuras retóricas, la situación también se puede representar con un Manzano. Ésta comenzó como una semilla de Manzano. A esta semilla se le empezó a regar con mentiras y robos. Poco a poco mientras la semilla comenzaba a germinar, se le agregó un nuevo tipo de agua, un poco más fuerte, en donde la corrupción, las falsificaciones, entre otras cosas iniciaron a ser una forma de riego muy común. Para que por fin un día creciera el manzano y diera frutos. Sin embargo los frutos están podridos pues emanan de asesinatos, trata de blancas, abusos sexuales etc.. Lo que quiero decir con mis metáforas, es que, gracias al caso de los Normalistas estamos abriendo los ojos a lo que llevaba en frente de nosotros por muchos años. Nunca quisimos ver el Manzano torcido, porque éste nos ofrecía manzanas muy jugosas.

Decimos que queremos un México mejor, seguro, con policías honestos, con políticos que vean por nuestro beneficio, que la pobreza desaparezca, que no haya violencia y que el narcotráfico termine. 
Sin embargo, tenemos un pobreza muy grave; para que México sea un mejor país el cambio depende de nosotros. La única manera de generar un cambio en México es cambiando nosotros mismos.

Nos quejamos de los policías corruptos, pero a la hora en que nos paran somos los primeros en dar mordida. Los policías no podrían ser corruptos si se les ofreciera el doble de su salario.

Nos quejamos que los diputados y senadores no trabajen y se queden dormidos, pero nosotros en la escuela bien que nos tomamos nuestra siestecita cada vez que nos sentimos cansados de escuchar a la maestra. No nos damos cuenta que estamos haciendo lo mismo que los políticos, estamos dando lo mínimo.

Nos quejamos de que el presidente se compre una casa de millones y millones de pesos cuando la mitad del país vive en una pobreza enorme, pero nosotros le damos mil pesos a la semana a nuestros hijos para que los gasten en alcohol, droga, coches de lujo, y cosas superfluas. Cuando sabemos que la persona que nos ayuda en la casa no le alcanza para mantener a su hijo.

Nos quejamos de que en México no se pueda dejar una bolsa o cualquier cosa de valor, porque nos la roban, pero a nosotros no nos importa tomar algo que no es nuestro sin que nadie nos cache, ya que no es lo mismo robar un lápiz, un dulce, suéter que una bolsa o un celular.

Nos quejamos que hay violencia en el país, cuando nosotros a la hora en que nos echan bronca ya estamos en la golpiza.

Nos quejamos que el gobierno esté dirigido por el crimen organizado, y que los narcos se maten entre sí y se lleven con ellos a otros miles de personas inocentes. Pero nosotros le entramos a la marihuana, porque se siente chistoso, padre y es menos dañina que el cigarro. Además de ahorrarnos una crítica social por amargado. Cabe mencionar que si no hubiera demanda no existiría el narcotráfico.

Queridos mexicanos ¡No nos damos cuenta que NOSOTROS somos la causa del gran problema que estamos viviendo! NOSOTROS plantamos la semilla y la regamos con nuestros vicios y deshonras para obtener COSAS MATERIALES. 


Estas cosas pasan de moda, se rompen y después de un tiempo no valen nada. Debemos de entender que las cosas no son lo que te definen como persona.Sin embargo ¡el problema es aún más grande! Nos vale que el país este apunto de sufrir una revolución, nos vale que el de alado se este muriendo de hambre con tal de tener mi cena lujosa. Nos vale que haya millones de gente desaparecida, si esta no es conocida. Nos valen todas estas tragedias con tal de tener cosas, con tal de ser admirados.

Le escribo esta carta a la persona que quiera un México mejor. A las personas que están sufriendo al igual que yo, al ver a su país destruido. Le escribo esta carta a la persona que quiera un cambio positivo, con la intención de invitarlos a hacer un examen de conciencia. A pensar en lo que de verdad quieren de México, y que se pongan esa imagen como objetivo. 
Les invito a reflexionar sobre sus ideas y creencias para que así definan lo que está bien y lo que está mal, y por medio de estos estándares vivan su vida. Les pido que cambien por el bien de México, por el bien de sus hijos y nietos, por el bien de sus amigos, hermanos y seres queridos. Les pido que sean coherentes con sus ideales y los cumplan por más difícil que sea. Les pido que la próxima vez que los detenga una patrulla, paguen la multa sin la más mínima queja y si les piden mordida le pregunten al policía ¿qué tipo de México quiere para sus hijos? Les pido que la próxima vez que estén en la escuela muy cansados, hagan un esfuerzo de poner atención y dar su máximo esfuerzo, y ya después dormirse temprano. 

Les pido que cuando les ofrezcan un churro de marihuana, se detengan un momento y piensen en los normalistas que murieron injustamente por el crimen organizado y por los otros miles de personas que han perdido a alguien o porque murieron intoxicados o asesinados por el narcotráfico. Les pido que se armen de valor y digan, no gracias.

Porque, si no empezamos a cambiar en lo pequeño, ¿cómo esperamos que México cambie en lo grande? Si nosotros rompemos las reglas, mentimos y robamos ¿cómo esperamos a que un político haga lo contrario? Si nosotros no hacemos algo ¿cómo esperamos a que Peña Nieto lo haga? Si no logramos ese cambio en nosotros, no podemos pedírselo a alguien más. Y si deciden no cambiar y seguir teniendo el mismo estilo de vida, por lo menos les pido que sean coherentes y no se quejen por lo que hace mal el gobierno y por la gran inseguridad del país. Porque para que México llegara a este punto, se necesito del granito de arena de todos los mexicanos.

#Yamecanse de no hacer nada al respecto, por lo que empezaré a hacer un cambio en mi, para luego hacerlo en México. Y tú:

 ¿Estás listo a enfrentarte a ti mismo y hacer historia?


Paulina Degetau.

viernes, 14 de noviembre de 2014

LOS TUYOS, LOS MÍOS Y LOS NUESTROS


Natalia Bojorge





Nadie duda del desafío que implica, tras vivir una separación o un divorcio, iniciar el proyecto de una familia con una nueva pareja y busca integrar a los hijos propios y/o de ambos a ese propósito. 

Hans Olvera, académico de la Universidad Iberoamericana, explica que uno de los grandes retos de este modelo es que a partir de que la pareja escala a un estatus de familia, no sólo comparte la esencia del afecto, compromiso y el amor entre ellos, también el rol de padres frente a los pequeños, sin importar de quién sean los retoños.

Sí, acepto

“Cuando me casé, Tania tenía 4 años y los hijos de Francisco eran ya adolescentes y vivían con su madre, por lo que cuando quedé embarazada de Rodrigo, nuestro hijo, el problema fue explicarles a los cuatro que tendrían un hermano con el que no compartían a uno de los padres. 


La situación fue difícil de entender para los hijos de Francisco y para Tania, más que el nacimiento del bebé, fue el hecho de crecer con un apellido paterno distinto al del resto”, comenta Gloria quien lleva más de 16 años de matrimonio y agrega: “Ella siempre supo quién era su papá, aunque él ha estado ausente, la situación es así: para ella su padre biológico es uno y a quien vive y quiere como tal es a mi esposo”.


                                         Además, explica que para todos hubo un claro proceso de adaptación tras el nacimiento del bebé: “Francisco y yo tuvimos que aprender el modo de administrar el dinero para cubrir con la manutención de todos. No fue fácil como tampoco, el manejo de algunas situaciones que eran sensibles para algunos, como son las celebraciones de cumpleaños, eventos escolares, reuniones familiares… recibimos por un tiempo terapia familiar y eso nos ayudó mucho. Los hijos de mi esposo ven con cariño a Tania y a Rodrigo, y aunque no los aman como hermanos, sí les tienen ese cariño que sólo con la familia se adquiere”.

Vida emocional

Hans Olvera explica que la imagen paterna y materna se puede enriquecer por más de una persona, como son los abuelos o tíos, y enfatiza que esto genera coherencia entorno a los límites afectivos en la vida emocional de los niños, así como también la fortalece. 

Para finalizar, destaca que es importante retomar la concepción de familia como un grupo de personas que conviven en un mismo espacio en el que existe una jerarquía y subraya que es necesario evitar que los hijos perciban la falta de autoridad por parte de la pareja de su madre o padre (según sea el caso), para evitar por un lado que tengan confusión sobre su rol y por otro, padezcan inestabilidad emocional.


La conformación de una familia siempre significa un gran desafío, de acuerdo a la edad e historia, tanto los padres como los hijos tendrán tareas distintas por resolver, adaptaciones por experimentar y etapas por conocer; no obstante, serán privilegiados si logran hacer que lo que un día fue el anhelo de tener una vida en común, se convierta en un círculo de amor y seguridad para todos.

Cifras
En nuestro país hay tres tipos de hogares predominantes, su distribución es:
  • 70.9% son hogares que se componen por la pareja conyugal con hijos o bien, con uno sólo de los padres con los propios.
  • 26.5% son hogares ampliados, formados por un núcleo y algún otro familiar como pueden ser abuelos, sobrinos, tíos, etcétera.
  • 1.5% son hogares en los que además del núcleo y otros familiares,  también cohabitan personas que no guardan ningún parentesco con el jefe del hogar (familias compuestas).
Fuente: Encuesta a propósito del Día de la Familia, Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), 2013.

Colaboración Fundación Teletón México
#EscuelasLibresDe Byulliyng


lunes, 3 de noviembre de 2014

¿INCAPACIDAD O DISCAPACIDAD?


Catalina Llorente


Es posible que hayamos tenido el error de 
utilizar expresiones que lejos de ser atentas o educadas, distorsionan la intención de ser amables e incluso, ofenden a quienes nos referimos. Expresiones como discapacitado, minusválido o ‘persona con capacidades diferentes’, son algunos ejemplos de esto. 

Dora María Moreno Bello, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que si bien es cierto que hay instancias como Inclusión Internacional, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y en México, La Comisión Nacional de Derechos Humanos, hace falta educarnos sobre el tema.
La experta señala que, utilizar expresiones como ‘seres especiales’, ‘angelitos de Dios’ o incapacitados, hace que quienes viven con alguna discapacidad no sean vistos y tratados como personas, y agrega que cuando conocemos a alguien, sin importar su condición, hay que actuar como acostumbramos hacerlo.
Dora María Moreno Bello agrega que, es muy importante entablar una relación respetuosa con las personas sin importar su condición física y/o de salud, ya que de este modo toda la sociedad se beneficia y construimos un entorno social que promueve la inclusión y antepone el respeto hacia todos.

Personas, ante todo personas.
Bajo el sello de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Sebastián y el Servicio Nacional de Discapacidad de Chile, fueron publicadas una serie de recomendaciones sobre la forma adecuada de referirnos a las personas con discapacidad, que de acuerdo a la condición varía, es importante habituarnos a ellas:
1.  Persona con discapacidad.
2.  Persona con discapacidad intelectual.
3.  Persona con discapacidad auditiva.
4.  Persona con discapacidad visual.
5.  Persona con discapacidad psiquiátrica.

Y hay que evitar utilizar expresiones como: Deficiente, ‘enfermito’, postrado, inválido, paralítico, mutilado, retardado, loco, trastornado, insano, anormal, entre otras que ofenden y atacan la dignidad de la persona.

Lo mejor al hablar con una persona o referirnos a ella, será utilizar su nombre y apellido, y así dejar a un lado sus características física o condición de salud con la que viva. Es importante incorporar a nuestra cultura y trato personal, la costumbre de hacerlo de ese modo y anteponer sin distinción alguna, el respeto a la dignidad humana.

Colaboración Fundación Teletón México
“Sé responsable de tu destino”