lunes, 3 de noviembre de 2014

¿INCAPACIDAD O DISCAPACIDAD?


Catalina Llorente


Es posible que hayamos tenido el error de 
utilizar expresiones que lejos de ser atentas o educadas, distorsionan la intención de ser amables e incluso, ofenden a quienes nos referimos. Expresiones como discapacitado, minusválido o ‘persona con capacidades diferentes’, son algunos ejemplos de esto. 

Dora María Moreno Bello, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que si bien es cierto que hay instancias como Inclusión Internacional, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y en México, La Comisión Nacional de Derechos Humanos, hace falta educarnos sobre el tema.
La experta señala que, utilizar expresiones como ‘seres especiales’, ‘angelitos de Dios’ o incapacitados, hace que quienes viven con alguna discapacidad no sean vistos y tratados como personas, y agrega que cuando conocemos a alguien, sin importar su condición, hay que actuar como acostumbramos hacerlo.
Dora María Moreno Bello agrega que, es muy importante entablar una relación respetuosa con las personas sin importar su condición física y/o de salud, ya que de este modo toda la sociedad se beneficia y construimos un entorno social que promueve la inclusión y antepone el respeto hacia todos.

Personas, ante todo personas.
Bajo el sello de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Sebastián y el Servicio Nacional de Discapacidad de Chile, fueron publicadas una serie de recomendaciones sobre la forma adecuada de referirnos a las personas con discapacidad, que de acuerdo a la condición varía, es importante habituarnos a ellas:
1.  Persona con discapacidad.
2.  Persona con discapacidad intelectual.
3.  Persona con discapacidad auditiva.
4.  Persona con discapacidad visual.
5.  Persona con discapacidad psiquiátrica.

Y hay que evitar utilizar expresiones como: Deficiente, ‘enfermito’, postrado, inválido, paralítico, mutilado, retardado, loco, trastornado, insano, anormal, entre otras que ofenden y atacan la dignidad de la persona.

Lo mejor al hablar con una persona o referirnos a ella, será utilizar su nombre y apellido, y así dejar a un lado sus características física o condición de salud con la que viva. Es importante incorporar a nuestra cultura y trato personal, la costumbre de hacerlo de ese modo y anteponer sin distinción alguna, el respeto a la dignidad humana.

Colaboración Fundación Teletón México
“Sé responsable de tu destino”


No hay comentarios:

Publicar un comentario