Mateo Ademar R.
Los casos que
presenciamos a diario en algún sitio de internet, red social o chat, son
ejemplo claro de los riesgos que podemos encontrar en línea:
Javier tiene un par
de perfiles en Facebook. En uno, tiene a sus papás, familiares y algunos
vecinos, y sube fotos comunes de su vida diaria. En éste, se expresa como realmente
es, es decir, muy reservado, hasta cierto punto tímido, pero muy alegre y
objetivo.
En cambio, el
segundo perfil es totalmente opuesto. En él, tiene miles de amigos, es extrovertido,
dicharachero y hasta galán. No obstante, esa “doble vida” le ha dado una manía
por sacar cierto provecho de la situación, y engaña a sus conocidos escudándose
con su otro yo.
Como este caso, en
los últimos años con el auge de la cibercomunicación, con frecuencia
encontramos a personas o perfiles que no son del todo honestos, y que, si no se
toma la precaución adecuada, nos pueden causar momentos desagradables, y en los
peores casos, algún fraude, chantaje o timo.
Ante esto, lo ideal
es tener presente en todo momento que este tipo de interacción siempre tiene un
cierto grado de peligro, y más al tratarse de gente que no conocemos en la vida
real.
Por ello y así como cuando salimos a cualquier lugar, hay que estar al
pendiente de las medidas de seguridad básicas para no exponernos:
“En línea, un
factor muy importante es el sentido común, es decir, que hay que investigar lo
más posible a quien quiere contactarnos, por ejemplo, si se tienen amigos en
común, a qué se dedica, sus gustos y actividades, así como pensar en qué clase
de relación podremos tener con esa persona”, explica Rubén Aquino, subdirector
de Seguridad de Información de la Dirección de Cómputo y Tecnología de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Asimismo, señala
que hay que investigar cuánto tiempo lleva activo el perfil, y preguntar por
mensaje acerca de dónde se conocieron. También, revisar sus fotos, etiquetas y
lugar de residencia es muy importante, así como contactar a los amigos en
común.
¿Cómo detectar a un cibermentiroso?
Si ya tenemos
agregado a un perfil, pero tenemos cierta sospecha de que algo no está bien,
hay que hacer caso de ese instinto:
“Comúnmente, las
personas que mienten en la red no ponen información básica verdadera. Además
cuentan con cientos de amigos, evitan compartir fotos de sus actividades de la
vida diaria, o incluso utilizan imágenes de otros perfiles”, señala el
especialista.
Entonces, lo ideal
es darse un momento para averiguar cuánta veracidad hay en cada uno de sus
textos. Para realizarlo, podemos
comenzar con:
· En una
sesión de chat rutinaria, preguntarle sobre su vida personal. Podemos iniciar
con preguntas como ¿En dónde me dijiste que vives?, ¿En dónde estudias o
trabajas?, o ¿Cuál es tu apellido?
· Como
usualmente, los que mienten olvidan los detalles de alguna charla rutinaria,
trata de preguntarle sobre chats pasados.
· Detectar si
al cuestionarlo, tarda mucho en responder, o de plano evade nuestros
comentarios.
· Verificar
su correo electrónico en otros sitios. Frecuentemente hacen perfiles en todas
las redes sociales, y en muchos casos, no cuentan con la misma información.
· Si tenemos
una convivencia con esa persona, y nos interesa continuarla pero hay duda,
propongamos contactarlo telefónicamente, o por video llamada. Así será más
fácil conocerlo más a fondo.
“Utilizar las
configuraciones de seguridad que ofrecen las redes y sitios más comunes, es una
herramienta que aún no se valora como debe de ser. Ya que podemos proteger
nuestros datos y compartirlos sólo con los que queremos y confiamos”, comparte
el profesor Aquino.
La observación
detallada y la prudencia con el manejo de la información y datos personales, son
la mayor medida de protegernos de los cibermentirosos. Promover la seguridad,
es la mejor manera de encontrar seguridad en línea.
Colaboración de Fundación Teletón México.
“Los sueños se cristalizan con esfuerzo”
Bojorge@teleton.org.mx
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