sábado, 22 de febrero de 2014

LOS ABUELOS: ¿APOYO O ESTORBO?




Es muy importante la participación de los abuelos en la educación de  sus nietos. Los abuelos ya están en un plano muy distinto de su historia de vida, vivencias recorridas y la gran mayoría cuenta con más tiempo y menos presiones de una rutina por cumplir.
Aquellos ayeres de estrés quedan atrás dando paso a un presente en el cuál al tratarse de nietos muestran la faceta más tranquila, benevolente y conciliadora lo que  es  seguro una  muy contraria a la que vivieron en su rol de padres, pues cuando se trata de  convivir con los nietos reina la dulzura y la paciencia.
Por supuesto que al no sentir la enorme presión de “tener” que formar hijos, implementar reglas y hacerlas cumplir se dan ahora la oportunidad de ver y tratar a los niños  sin apuros, sin exigencias y sin demandas.

Siempre los abuelos han tenido un lugar importante en las familias y en toda nuestra cultura pues son un cofre de tesoro, todo un compendio de experiencias tan variadas que enriquecen a las generaciones que vienen adelante de ellos.
En nuestra época han tomado otro matiz pues se les incluye mucho en la dinámica familiar como tutores o educadores si no es que como parte de la familia con la que muchos niños viven. El hecho de que papá y mamá salgan por igual al campo laboral ha generado esta inclusión del abuelo quedando muchas veces con  responsabilidad directa y completa de los nietos.
Aún cuando ellos ya educaron, ya trabajaron y ya se desvelaron están dispuestos a apoyar a sus hijos.

A pesar del importante papel que  abuelos desarrollan, no están exentos de críticas. Se suele decir que miman o sobreprotegen a los nietos.
Puede que algo de esto sea cierto, pero, ¿sólo sobreprotegen los abuelos? Existen muchos niños que no tienen límites incorporados y en cuya educación no participan los abuelos.
¿No será que, tanto los padres como los abuelos, tenemos dificultades a la hora de mostrarnos firmes? Los abuelos aun lo tienen más difícil, pues, a veces, se encuentran con unos nietos exigentes y que no les obedecen; esto choca frontalmente con el modelo educativo que ellos implementaron décadas atrás. Ante esta situación los abuelos se sienten un poco atrapados y con escaso margen de maniobra. A la hora de educar lo óptimo es que todas las personas adultas que intervienen, lo hagan con los mismos criterios, pero en la práctica resulta complicado.
Reconocemos que los abuelos hacen lo mejor que saben y pueden, y en ocasiones están abiertos a platicar sobre los detalles que darán pauta a la educación que queremos implementar con los hijos, puede resultar muy enriquecedor pedirles su colaboración y hacerlos parte de las medidas disciplinarias que se toman en casa para entonces formar un equipo en sintonía en torno a los hijos.

Fomentemos considerar y valorar mucho más a los abuelos, pues son ellos quienes les “regalan” tiempo a sus nietos, aportan su experiencia y son un referente afectivo importantísimo para ellos, dándoles cariño a manos llenas siempre de manera incondicional.

        Psic. Mariana Cardosa Garza
               Apoyo psicoterapéutico niños y adolescentes
                  cardosa_@hotmail.com
                  53939633 / 24519665

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